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Primero en el vídeo: 5 frases que sin saberlo lastiman a los niños
¿Somos buenos padres? Te contamos qué características son cruciales para una buena relación entre padres e hijos.
Como padres queremos que nuestros hijos se conviertan en personas seguras de sí mismas, que sepan cuándo defenderse y defender a los demás, que no sea una debilidad cometer errores o pedir disculpas y, sobre todo, no mostrar sentimientos. Sólo queremos que puedan ser ellos mismos, siempre y en todas partes.
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Pero, ¿cómo sabes que, a pesar de las dudas que nos asaltan a los padres de vez en cuando y los ojos en blanco que nos ponen nuestros hijos, estás en el camino correcto para ser un buen padre y una buena madre?
Se respetan las opiniones de los niños.
Las buenas relaciones interpersonales siempre se basan en el respeto mutuo. Es decir, los padres que tratan a sus hijos con respeto son buenos padres. ¿Pero cómo se manifiesta esto? Por ejemplo, que la opinión de un niño siempre tiene valor. Que los padres se tomen en serio a su hijo, sus necesidades y deseos. Que padres e hijos puedan discutir y negociar entre ellos. En lugar de presiones o amenazas de castigo, los buenos padres están dispuestos a llegar a acuerdos.
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Si nuestros hijos aprenden de nosotros lo que significa respetar a otra persona y sus opiniones, a veces completamente diferentes, esto les ayudará más adelante en la vida a poder tratar con muchas personas diferentes.
Los padres se cuidan solos.
Los buenos padres no sólo cuidan con amor a sus hijos, sino también a ellos mismos. Tomarse un tiempo para uno mismo también es importante como padre y no es nada egoísta. Porque el tiempo para ti te hace feliz. Ser capaz de dedicarte a tus propios pasatiempos y deseos te hace feliz. Y eso también se contagia a los niños.
Quien conoce su propio valor también sabe respetar y reconocer el de los demás.
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Se confía en los niños
Los buenos padres muestran confianza en sus hijos. En el caso de los niños pequeños, esto significa principalmente dejar que se caigan y se levanten solos. Y cuanto más mayores se hacen, significa permitirles libertad y también errores.
En principio, los buenos padres pueden dejar de lado los puntos cruciales porque pueden confiar en que su hijo tomará la decisión correcta. O en caso de duda, sepa que sus padres lo ayudarán si fue el equivocado. Entonces los buenos padres confían en sus hijos y sus hijos confían en ellos.
Consejos de lectura:
Nunca hay retirada del amor.
El amor por el niño no debe utilizarse como medio de presión. No se debe renunciar a él si actúa de manera diferente a lo que desean sus padres. Por lo tanto, los buenos padres no ponen condiciones al amor por sus hijos. Le hacen saber que está bien tal como es y que es amado.
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Todos los sentimientos están bien
Nadie siempre va por la vida de buen humor y feliz. Ni siquiera los padres. Cuanto más abiertamente podamos transmitir a nuestros hijos aquello que nos deprime, nos estresa, nos entristece o simplemente nos pone de mal humor, mejor. Mostrar sentimientos nunca es una debilidad.
Ser capaz de expresar lo que sentimos nos ayuda a los padres a sobrellevar la situación y a que los demás nos comprendan. Esto también se aplica a nuestros hijos. En última instancia, aprender algo sobre tus propios sentimientos también te ayuda a poder reaccionar con empatía ante otras personas.
Nota importante al final:La información y los consejos de este artículo son sólo sugerencias. Cada niño es diferente y reacciona a su manera. Por tanto, es importante que escuche a su hijo y descubra qué camino es mejor para usted.