5 errores típicos a la hora de montar la habitación de un niño

La habitación de un niño debe ser necesariamente diversa en términos de diseño interior. Los padres se enfrentan a varias decisiones que deben tomar para que tanto el niño como ellos mismos se beneficien de laSeguridad y comodidad de la habitación.están convencidos. Sin embargo, muchos de nosotros seguimos cometiendo los mismos errores a la hora de diseñar armoniosamente una habitación para un bebé o un niño mayor. Para ayudarte en esta tarea, te mostraremos algunos errores típicos en la decoración de la habitación de los niños y también te daremos consejos para solucionarlos.

Error n.º 1: ignorar la seguridad

Considere la ubicación y el número de enchufes, electrodomésticos y cables en la habitación del niño y asegúrese de que estén ocultos y aislados.

Al colocar azulejos, empapelar y pintar muebles, es necesario evitar mezclas sintéticas cáusticas con un olor fuerte.

Los niños de todas las edades prefieren jugar en el suelo, por eso no debe faltar una alfombra en la habitación infantil. Lo mejor es elegir una alfombra infantil compacta y de pelo corto. Los materiales sintéticos son más adecuados para las habitaciones de los niños porque son robustos y apenas provocan alergias.

Considere detenidamente la elección de materiales para muebles, textiles y decoración. Elija materiales naturales como madera, algodón, lino y lana.

Las lámparas colgantes deben colocarse lo más alto posible en el techo y alejadas de la cama. Las lámparas de mesa y de pie deben ser estables y tener una base amplia. A la hora de decorar ventanas, es mejor optar por persianas romanas y cortinas ligeras.

Error n.º 2: la habitación parece desordenada

Muy a menudo los padres colocan en la habitación del niño muebles y objetos que son completamente inútiles para el niño, como un gran armario viejo o una cómoda voluminosa del salón o un par de sillones de orejas impresionantemente grandes. Pero si lo piensas bien, son precisamente estos objetos los que ocupan el valioso espacio para correr y jugar.

en la habitación de un bebemenores de 3 añosNo debe haber nada superfluo con el que pueda tropezar o volcar accidentalmente. Una cuna, un pequeño armario o una cómoda compacta son suficientes.

También cree espacio para guardar juguetes ylos primeros libros infantiles(puede ser una pequeña estantería hecha de cajas de madera), así como una zona de creatividad donde colocar una mesa infantil y una silla infantil.

Una niña o un niño de edad3-6 añosEs posible que ya tenga aficiones como modelar, hacer rompecabezas o dibujar. Un niño de esta edad puede decir exactamente qué juguetes, colores y formas le gustan más. Por tanto, se necesita más espacio de almacenamiento para todo esto.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que su hijo todavía necesita suficiente espacio para el juego activo, por lo que no se recomienda colocar demasiados muebles. Por ejemplo, en lugar de una cómoda, sería mejor colgar dos o tres estantes a una altura cómoda para el niño.

Para un niño entre6 y 12 añosla habitación de los niños debería verse diferente. Se necesita un escritorio más grande y poco a poco va desapareciendo la necesidad de una zona de juegos. La princesita también podría desear un armario aún más grande para toda su ropa.

Error n.º 3: selección de color inapropiada

Otro error común a la hora de decorar la habitación de un niño es la combinación de colores. Esto sucede por diversas razones. Por ejemplo, para ahorrarse problemas, esfuerzos o dinero, muchos padres simplemente no ven la necesidad urgente de volver a pintar o empapelar las paredes y posponer los trabajos de renovación hasta nuevo aviso.

Pero el diseño del color tiene un impacto directo en nuestro bienestar y cada color desencadena emociones completamente diferentes. Un niño pequeño siente con especial claridad la influencia de los colores y patrones en su sistema nervioso.

La habitación del recién nacido debe ser luminosa y caracterizarse por colores naturales. Aquí los mejores tonos arena claro, beige, azul celeste, verde suave y otros tonos pastel son los más adecuados. Los colores brillantes se pueden introducir a través de elementos individuales y, por supuesto, a través de juguetes.Un cuadro mural con animales, pájaros y flores.en una de las paredes ayudará al niño en su aprendizaje diario sobre el mundo y tendrá un efecto positivo y calmante.

La habitación infantil para un niño en edad preescolar no tiene por qué brillar con colores brillantes. Si se utilizan abundantemente tonos llamativos en el diseño y decoración del interior de los niños, la habitación parecerá la sala de juegos de un parque de atracciones. Un error de este tipo en la configuración significará a su vez que a los niños les resultará difícil concentrarse, por ejemplo para escribir sus deberes.

Un niño un poco mayor ya puede participar en la elección de los colores adecuados para su habitación. Al pedirle consejo a su hijo, también le deja claro lo que piensa de su opinión, y esto es muy importante para construir una relación de confianza en el futuro.

Error nº4: No hay lugar para los juegos y la creatividad

Para dirigir toda la energía creativa que se acumula en un niño en la dirección correcta, conviene pensar en organizar un lugar cómodo y bien iluminado para que el niño pueda jugar tranquilamente con plastilina y pinturas.

Si tu hijo es mayor, deja que se implique directamente en la creación de un rincón acogedor en la habitación infantil. Juntos también podéis tener unoCueva hecha con mantas, capas de lino o sábanas viejas.construir. Este lugar será el lugar favorito de tu hijo en toda la casa. Allí pueden leer o jugar con los niños del barrio.

Error #5 – Iluminación inadecuada o luz fría

La iluminación en la habitación infantil también es de gran importancia para el confort y la salud de los más pequeños. Dado que hay zonas con diferentes funciones, es un error pensar que una lámpara de techo es suficiente. La luz debe distribuirse uniformemente por toda la habitación y provenir de múltiples fuentes, como una lámpara de techo, una lámpara de mesa en el área de trabajo y una lámpara de pared o de pie junto a la cama.

A la hora de elegir una lámpara para la habitación de los niños, no sólo juega un papel decisivo la potencia, sino también el color de la luz: la luz debe ser cálida y amarillenta. Lo ideal es que las luces estén equipadas con un regulador de intensidad para poder ajustar la luminosidad en consecuencia.